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Foto del escritorMarcel Márquez Martínez

Plan Aveces (ABC)


Año 1950, noviembre, 8, Llanura cercana al Aeropuerto de Tucumán.


Tres personas, en el campo, reunidas cerca de la puertas de abordaje están compartiendo cordialmente la degustación de un asado a la caída de la tarde. Esperan la decisión de cuál de ellos irá primero en la lista de las personas que podrían optar por tomar el próximo avión del cual eran ellos los primeros. Esperan a que el personal dé viajes en la aerolínea diga su disponibilidad final de capacidades para tomar al último avión que saldrá . Dos de ellas explican a un tercero llamado Lucio, señor mayor codicioso, de profesión, piloto de la empresa en que van a volar, tiene el lugar reservado con el asesor. Platican con Lucio, ellos creen que es un otro en la fila, y les develan ideas de los motivos supuestos por el cual quieren tomar ese avión que se está preparando a aterrizar y que va a salir en 3 horas deseando saber su intención. Marx tomando pausadamente un Mate se lo brinda a Lucio con bondad el que lo toma con premura y sediento como quien tiene algo atorado en la garganta. Placer de beber mientras medita las razones de estos dos pues el tiene otro plan. El piloto sabe que no puede volar más por su respiración y necesita viajar a una ciudad por tierra más no tiene cómo, su retiro no da, en la terminal de carruaje pedían 2000 pesos y contaba con 500 y les comenta a los presentes, sabe que solo podrá tomar el avión uno de ellos, si el recomienda por supuesto y cede su lugar. Su intención es sacar provecho de esto para un canje con estas personas y escucha atentamente pensando en el mejor postor. Marx quiere salir de viaje del país en busca de progreso y de poder hacer sus sueños realidad de estudiar lo que solo existía si tomaba el viaje. Es una persona glotona , austera, que nunca puso toda su plata en comprar los materiales para el proyecto que superaría su mejor sedición en la vida, pintar grandes lienzos. No está acostumbrado a viajar, a estar solo y no posee más fortuna que un caballo muy costoso a simple vista por el gran cuidado que tenia, el brillo y largo de su pelaje, joven y de pura sangre. Le dice a Lucio devolviéndole una mirada de asombro con las cejas hacia arriba, con un tono cambiante en su voz: Marx : ¿Le ofrezco mi caballo, me voy a estudiar y él no podrá volar conmigo! Lucio: “Es un purasangre increíble”, ¿ Invaluable ! Marx: Me falta para pagar mi asiento dos requerimientos, un milagro y 300 pesos , tendrías ese dinero ?

Lucio: Sí ( exclama mientras sonríe levemente) Sin titubear Lucio le da 400 pesos a Marx y le dice que le deje la montura si fuera posible, mientras observaba las incrustaciones en plata de las correas de cuero. Marx acepta con un gesto afirmativo en la cabeza mientras recuerda cuando su padre le puso la montura a su caballo siendo un potro Marlon es la tercera persona , y lleno de pasión aprieta su revolver en el bolsillo con ganas de meterle un abala en la cabeza. Ha robado un banco pero no puede usar el dinero que está marcado y quiere influenciar a Marx con formas sediciosas a quedarse sin perseguir su deseo y les ha ofrecido a los dos, el mejor vino y jamón que existe. Llenándolos de comida y bebida y provocándole un sueño inducido por la sutileza de un pequeño agrego a aquel liquido endiosado por los otros, así él podría ocupar su lugar con mucha menos atención. Empieza a recordar en alta voz , habla de la familia, los amigos y las grandes cosas que Marx narró que fueron de importancia para él y logró en este lugar. Fue tan persuasivo al punto de por estar en una situación extrema, de expresarse desesperanzado y melancólico! Lucio: Se fuerte vas a ir por tus sueños… Marx: Tengo el dinero más el vuelo está lleno y solo podré hacerlo si alguien no va. Lucio: Ese alguien soy yo, puedo hacer el viaje a mi sueño en el campo y no me presentaré al viaje, más quizás solo uno de Uds. puede llegar a ir. El caballo relincha lo que se toma como una buena señal Lucio: (exclama triunfal) Yo soy el milagro de Uds, soy la reserva de avión por a que Uds. aguardan que no suceda y ya tengo mi transporte a mi destino a través de la tierra galopante (una carcajada con sabor malvado ). Marx empieza a dar saltos de alegría y abraza al hombre y abraza a Marlon por igual. Marx ya ve su milagro realizado, Marlon aprieta su revolver y bruscamente se levanta, dejando al descubierto por su brusco movimiento a la vista la boca abierta del saco sobre el que estaba cómodamente comiendo. Aquella silla improvisada que pareciera vomitar dinero fue el foco de todas las miradas. Todos quedaron con los ojos salidos y Marlon le dice a Marx con las manos en la cintura. Marlon: ¿Cómo te puedo ayudar joven, a que hagas tus sueños en casa? (con las cejas señidas) Marx: El proyecto de materiales de mi vida, se hace con 2500 pesos. Marlon, le extiende el doble al chico, y cuando Marlon los va tomar le dice, recoge la mano como un resorte dejando perplejo a Marx , es a cambio del dinero del caballo, vuelve a extender la mano y dice: ten mi mejor esfuerzo y Lucio quedó perturbado, en shock mientras escuchaba al caballo rechinar , y asustando todos por el sonido del avión que paso pegado sobre sus cabezas y acababa de impactar en la pista de aterrizaje. Lucio molesto le dice a Max que no desea ya el caballo se lo vende por 3000 para cederle el vuelo y que si no lo hace daba el lugar a Marlon, pensando en que Marlon quería eso, de todas formas si no aceptaba su oferta . Marlon deja entre ver su arma y el silencio de dos segundos pareciera como si se estuviera en quietud en una caverna por dos días. Marx aceptó la oferta de Lucio y rostizado como un gran trozo de carne golpea a Lucio en su nariz de una vez haciendo sangran. Marlon se dirige a Marx, cuida del caballo, guárdame la mitad de todos los sacos que me ayudasteis a cargar en él. La mitad de todo lo que hagas tú será mío a mi regreso. El caballo relincha Lucio intenta hablar, Marlon le da un tiro en la cabeza y mientras Lucio cae al suelo salen 3000 pesos al aire desviando la atención de esta escena como si no sucediera y enfocando en como las personas se encontraban de forma fortuita los billetes en el aire. Marlon salió rumbo a su vuelo a punto de despegar , Marx salió a galope a construir su proyecto y cumplir su palabra, consciente de que un día regresarían por el y Lucio quedo hay hasta fundircé con la tierra y escuchando galopar sobre ella al caballo que corría a toda prisa con su amado dueño.



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