Talento, profesionalidad y la elección de un exquisito repertorio, resultaron las cartas de presentación del dúo formado por las pianistas francesas Katia y Marielle Labeque, invitadas especiales al IV Festival Leo Brouwer de Música de Cámara. Si no bastara la música —y sus invitados ocasionales, la danza y el humor—, este Festival propició que los espectadores, casi sin darnos cuenta, fuéramos testigos de un hecho artístico que se desarrollaba en paralelo. Se trataba del singular acompañamiento que hizo la escenografía y su diseño, que si bien nunca robaron el protagonismo a la música, sí recontextualización su disfrute en un tiempo donde las nuevas tecnologías marcan los derroteros del arte.
Cada escenario tuvo un diseño diferente a partir de figuras geométricas: “En el Karl Marx era una pirámide (símbolo de poder) abierta, explicó Marcel, mientras que en el Astral la referencia era más abstracta y la acompañamos de proyecciones del texto El superhombre de masas, de Umberto Eco, a quien estuvo dedicado el concierto. En el Mella había cuatro montañas sobre las que pusimos imágenes de paisajes asociados a esa geografía y para la Covarrubias diseñamos unas figuras que a Leo le recordaron los origamis de Gigantería, compañía de teatro callejero que nos acompañó en todos los conciertos”
Trabajadores. Por Yimel Díaz Malmierca Disponible en http://www.trabajadores.cu/news/20121014/2512490-musica-y-mucho-mas
14 de octubre de 2012
18 de enero de 2021
F1.
El Festival Leo Brouwer nos contrata para diseñar 6 escenografías para video mapping destinadas a 6 conciertos de música de cámara. Creé un diseño específico para el Teatro Karl Marx donde fue el concierto inaugural del festival con las Hermanas Labèque, pianistas francesas que tocaron un repertorio internacional para dos pianos. La intervención fue presentarles como diseño de escenografía un triángulo abierto por su parte superior. Teníamos por encargo proyectar imágenes de Nueva York cuando comenzaron a tocar la pieza de George Gershwin. En ese momento estaba en auge el conflicto institución vs grafiteros. Decidí hacer un graffiti en una calle de La Habana con la imagen de una masa triangular de globos de colores al vuelo. Filmamos la acción
“vandálica”, y este video fue el único motivo visual durante los 15 minutos de interpretación de la pieza musical del compositor norteamericano. Nuestra operación fue insertar la evidencia de la actividad vandálica en un ambiente “políticamente correcto”, como lo es el contexto de la música clásica y el teatro Karl Marx; asumimos a los organizadores de este evento como patrocinadores
de un ejercicio vandálico e hicimos testigos a la audiencia.
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